¡Hola!
¡Ya estoy de vuelta como cada semana! Esta semana he impartido una charla sobre los fansub en mi universidad aprovechando que es un tema que conozco de cerca y me gustaría compartirlo con vosotros.
Si
no sabéis lo que es el fansub, lo
primero que debéis saber es que es algo que nos concierne bastante a los profesionales de
la traducción. Unas opiniones dicen que puede ayudarnos y otras dicen que nos
perjudica, pero ¿a qué se deben estas críticas?
¿Qué es el fansub?
Denominamos
fansub a los subtítulos de productos
de entretenimiento que han sido realizados por aficionados porque que no han
llegado traducidos a nuestro idioma. Estos pueden ser tales como series, cómics
o videojuegos.
El origen
Se
dice que el fenómeno fansub comenzó hace
unos años cuando grupos de aficionados empezaron a subtitular y distribuir por
cuenta propia series de anime que no salían de Japón, aunque ya existían casos
en los que se subtitulaban otro tipo de series de otros países, como las
americanas, antes de que llegasen a España.
La
verdad es que muy pocas series extranjeras, como los anime o doramas (telenovelas japonesas o
coreanas), consiguen la licencia para
ser distribuidas fuera de su territorio, por lo que al no ser accesibles en
otros idiomas surge la necesidad de que también puedan disfrutarlo mundialmente
las personas que no saben el idioma. Hoy en día, las nuevas tecnologías han
simplificado y facilitado esta distribución: con solo un poco de conocimiento
sobre programas de subtitulación y el idioma se puede realizar una traducción
rápidamente y subirla a internet.
¿Por qué sobre todo el anime?
Japón
cuenta con una cosa que llamamos poder blando (soft power) que es el responsable de que su cultura se propague a
gran velocidad, convirtiéndolo con el paso de los años, por decirlo de alguna
manera, en un furor, una moda que ha venido para quedarse. Esto significa que
tiene un atractivo especial respecto a los demás países porque se trata de una cultura
muy diferente a la que no estamos acostumbrados.
Para
ilustrar un ejemplo: Japón demuestra que los dibujos no son sólo cosa de niños,
pues existen diferentes géneros de dibujos que cuentan con todo tipo de
historias dirigidas a un público juvenil o más adulto.
¿Cómo se trabaja?
Se establece
un grupo de un número de personas dependiendo de la magnitud del proyecto. Las
tareas son similares a las que se hacen en una traducción profesional y se
pueden asignar una tarea por persona o
varias por persona. Una vez decidido, se estipulan los tiempos de entrega. El
orden de trabajo es el siguiente:
1. Traducción (opening-ending
y contenido). Lo primero que se hace es conseguir el video. En el caso de que el
traductor sepa japonés recurrirá al raw
japonés (audio y vídeo original). Si no es así, al menos debería saber
inglés a nivel medio y se cogerá una traducción que ya esté disponible en
inglés.
2. Corrección: El mismo traductor u otra persona
corregirá los problemas de comprensión. (No siempre se realiza)
3. Ajuste. Es la que más se tarda junto con la
traducción.
4. Edición. Se decide si incrustar los subtítulos (hardsub) o hacerlos separados del video
(softsub). La mayoría de fansubs los incrustan para evitar que se
apropien de ellos otros fansub.
5. Elegir formato y calidad del archivo de vídeo.
(También llamado encodear.)
6. Revisión. Varias personas ven el capítulo y
anotan los errores. Al ser una traducción digital en la que todo el grupo está
en contacto se pueden corregir fallos en cualquier momento. (No siempre se
realiza)
7. Distribución. Se sube el archivo a programas o páginas
de descarga.
La gran batalla. Calidad VS Rapidez
Los fansub frecuentemente son criticados por
la mala calidad de traducción, pero esto no siempre es así. He de mencionar en
este apartado, que podemos dividir 2 grupos fansub
según sus intereses y calidad.
1. Estudiantes o profesionales de la traducción y
otros ámbitos (como diseño), que buscan mejorar sus habilidades practicando con
lo que más les gusta. Se preocupan por una perfección y calidad en la
traducción en un idioma neutro. Varios profesionales que se dedicaron al fansub afirmaron que habían mejorado sus
habilidades de traducción y corrección haciendo fansub.
2. Simples aficionados sin conocimientos
profesionales, pero que saben usar los programas principales para hacer estas
tareas. Tenemos que tener en cuenta que solo buscan disfrutar y compartir su
afición con el mundo, no siguen unas normas de calidad de publicación.
Como
veis, hay muchos puntos de vista y opiniones dentro de los grupos de fansub sobre lo que se debe y lo que no
se debe hacer, pero cuando se da el caso de que varios fansub están traduciendo la misma serie, sin duda se desata una
competición en la red por quién es el mejor. Unos buscan destacar la calidad
por encima de la de otros grupos, y otros simplemente se preocupan de ser los
primeros en sacar la traducción para que los vea más gente.
¿Por qué están mal traducidos?
Porque
lo más importante para el tipo de fansub
en el que prima la rapidez es que tengamos una idea de lo que estamos viendo,
sin importar si se trata de una traducción literal.
Traducir
literalmente es más fácil y rápido, pero lleva a una serie de problemas como por
ejemplo los calcos o expresiones inexistentes en nuestro idioma. En ocasiones
encontramos que no hay una preocupación por cuidar la lengua, y vemos otros
problemas como dialectos mezclados (por varios traductores de distintas
nacionalidades), así como faltas de ortografía y gramática. Si a eso le
añadimos que por falta de tiempo no se revisa la propia traducción ni hay una
corrección posterior, tenemos la receta perfecta para una malísima traducción.
Características del subtitulado fansub
A
continuación os dejo una tabla muy útil y completa que encontré en un artículo
titulado “LOS FANSUBS: EL CASO DE TRADUCCIONES (NO TAN) AMATEUR” escrito por Eva María Martínez García.
Característica
|
Traducción en
fansubs
|
Traducción
comercial
|
Se trabaja sobre
una lista de diálogos
|
No.
Se trabaja sobre el audio o sobre el archivo de subtítulos en formato
Advanced Sub Station Alpha (ASS).
|
Se
trabaja sobre el audio o sobre una lista de diálogos.
|
Siempre se tiene el
vídeo
|
Sí.
|
No
necesariamente, depende del cliente.
|
Restricción de caracteres
|
No.
|
Sí.
|
Libertad de
tipografía
|
Sí. Pueden usarse distintos tipos de
letra y colores para cada personaje.
|
No.
La tipografía estándar empleada por los estudios es Arial o Times New Roman
12pt (Díaz Cintas, 2001:114).
|
Límite de líneas
|
Hasta
cuatro líneas. Además, se recurre a notas explicativas en la parte superior
de la pantalla.
|
Sí (dos líneas como máximo).
|
El traductor se
encarga de la adaptación
|
No.
|
Existe la posibilidad (y de hecho es
lo deseable).
|
Existen correctores
|
No siempre.
|
Debería,
aunque según Díaz Cintas (2001:81), “esta etapa [de revisión] suele ser
ignorada por la mayoría de estudios, ya que incurre en un aumento de costes”.
|
Edición
|
Sí.
Puede englobar no sólo la tipografía, sino también el contenido japonés de
carteles, pizarras, pantallas, etc.
|
Sí,
cuando hay información relevante. Se hace en forma de subtítulo.
|
Los subtítulos se
graban en el vídeo
|
Normalmente
no. Se acoplan en el vídeo en forma de parche.
|
Sí,
a través de impresión y lavado. Aunque en DVDs y en la TDT se
emplean subtítulos digitales.
|
Existe un control
final
|
No
siempre. A este control se le denomina Quality Check (QC).
|
Sí.
|
Opening y ending
|
Los
capítulos de anime siempre incluyen un opening y un ending[9]. El fansub elige si los traduce
o no.
|
No.
|
Distribución
|
Mediante
diversos protocolos de Internet (XDCC mediante Internet Relay Chat –IRC–, Bitorrent,
servidores de almacenamiento como MegaUpload, Sendspace, MediaFire, etc.).
|
Mediante distribuidoras oficiales.
|
Se conoce quién ha
trabajado en la versión al español
|
Sí,
aparecen los nombres de usuario que utilizan en la red (nicks).
|
No,
sólo aparecen los de la plantilla original (actores, equipo de dirección,
producción, etc.).
|
Para
complementar lo que no se menciona en la tabla, es interesante saber que en el fansub de productos
japoneses se conservan los términos característicos de la cultura japonesa. Esta
traducción es adecuada al público que va a visualizarlo, que es aficionada y ya
tiene conocimiento de la mayoría de los términos. Únicamente se usaran notas de
aclaración, normalmente en la parte superior, cuando se considera que no se
entiende el término.
Además, no existe la
invisibilidad del traductor sino que es bien visible. Es posible la interacción
traductor-lector en las páginas web/foros.
Ejemplos de malas traducciones.
Cortesía de mis amigas Elena y Alejandra que hicieron las capturas de pantalla. ¡Gracias!
¿Cómo afecta esto a la industria?
A
las productoras japonesas esta actividad les perjudica porque sigue tratándose
de una forma de piratería contra la que tienen que luchar.
A primera instancia, en el momento que una
serie adquiere la licencia en el idioma en que se estaba traduciendo, los fansub están obligados a detener su
actividad. Pero fueron más allá: hace unos 5 años tomaron medidas creando un programa
de protección intelectual en el que reclamaban sus derechos a nivel mundial
incluso de los animes que no están
licenciados.
Sin
embargo, para paliar la falta de licencias y para que el público extranjero
pueda disfrutar de las series japonesas se incentivó el uso de plataformas oficiales para
ver anime. Unas más y otras menos,
ofrecen un catálogo de anime todavía no
demasiado extenso, con algunas de sus series con subtítulos en inglés. Algunas
de estas plataformas son https://www.netflix.com/es/
o www.crunchyroll.com
Apartando
a un lado las empresas japonesas, toca hablar de la situación en nuestro país
en cuanto a estas traducciones.
Puede
rebajar la imagen que tenemos de la traducción. Unas personas piensan que
cualquiera puede traducir, y otras creen que en realidad los que se dedican a
los fansub son profesionales y se
quejan de las malas traducciones, haciendo de nuevo que sea el traductor quien
siempre paga el pato.
Por
un lado, antes he mencionado que hay traductores que realizan fansub porque les ayuda a mejorar y
darse a conocer. En algunos casos incluso han encontrado trabajo, pero la
mayoría de las veces lo que hace es rebajar su situación. En mi humilde opinión,
las empresas no ven bien que estés en un bando en el que facilitas un producto a
los consumidores mucho antes de su llegada a España porque muchas personas lo
descargarán y luego no tendrán la necesidad de comprarlo porque ya lo han
disfrutado.
Por
otro lado, cuando se trata de dinero, algunas empresas sí que “agradecen” esta
práctica y no tienen ningún problema en coger una traducción fan para ahorrarse
un traductor. No tengo ni idea de los tratos que harán con los responsables o
si les piden algún tipo de permiso, pero esto también desmerece el trabajo de los
traductores profesionales. Si lo encuentran gratis o más barato, ¿entonces para
qué los necesitan?
Conclusiones:
1. El fansub
no desaparecerá por muchas leyes que se le impongan. Es una actividad sin ánimo
de lucro que aboga por compartir el entretenimiento que no llega a nuestro idioma.
Al igual que con la piratería, siempre habrá alguna manera de saltarse las
barreras legales.
2. El fansub
no gusta a las empresas de traducción ni a las productoras.
3. Hay traducciones muy buenas, traducciones
pasables y traducciones horribles (de esas que no entiendes como una persona se
pone a traducir si no sabe inglés ni escribir en su propio idioma).
Podría seguir hablando de esto muchísimo más porque el tema
da para mucho juego, pero esta
entrada se ha alargado más de lo que pensaba. Espero que no haya sido muy pesado. Os dejo un documental para que
sigáis indagando: Anime
fansub
documentary
Por
último, ahora os toca opinar a vosotros. Me gustaría que me contestaseis a la
siguiente pregunta:
¿Qué
pensáis sobre mencionar en el CV que habéis hecho fansub? ¿Suma puntos o perjudica?
Por
cierto, no olvidéis que palabras como anime,
manga o fansub se escriben con cursiva porque no aparecen en la RAE.
¡Hasta
la próxima!